Es un perro apacible, tanto en su carácter como en su disposición. Descrito en varios estándares de raza como «alegre»,
son afectuosos y generalmente no son agresivos, pero tampoco tímidos.
Disfrutan de la compañía y, aunque puedan mostrarse inicialmente fríos
con los extraños, los aceptan con facilidad, lo que hace de ellos unos
perros guardianes poco adecuados, aunque su tendencia a ladrar o aullar
cuando avistan desconocidos los convierta en posibles perros de
vigilancia.
Los beagles son inteligentes pero, al ser una raza criada para largas
persecuciones, son decididos y resueltos, lo que puede hacerlos
difíciles de entrenar. Son generalmente obedientes, pero puede ser
difícil hacerles retroceder una vez que han percibido un rastro, y
pueden distraerse con facilidad por olores a su alrededor. Por lo
general no se presentan a concursos de obediencia en exhibiciones
caninas; mientras están atentos o en alerta, responden bien al
entrenamiento mediante recompensas de comida, y están impacientes por
complacer, aunque se distraen o aburren con facilidad.
Estos perros tienen un excelente comportamiento con los niños, y quizás
este sea uno de los motivos por los que es uno de los animales
domésticos más populares en las familias, pero son animales de jauría y
pueden ser propensos a la llamada «ansiedad por separación».No todos los beagles aullarán, pero la mayoría ladrará cuando se
enfrente a situaciones extrañas, y algunos darán aullidos cuando
perciban el rastro de una presa potencial.Por lo general se comportan bien ante otros perros. No son exigentes en
cuanto al ejercicio; su resistencia innata implica que no se cansan
fácilmente cuando realizan ejercicio, pero no deben ejercitarse hasta el
agotamiento antes de darles un descanso, aunque el ejercicio regular
ayuda a evitar el aumento de peso al que esta raza es propensa.
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